Tromsø, antaño un lugar remoto en los confines de norte de Europa, es hoy día una ciudad moderna, con una intensa vida cultural que está experimentando un importante crecimiento económico y también en términos de turismo.
Actualmente cuenta con una población total de algo más de 72.000 personas, de los cuales 65.000 viven en la ciudad y el resto dispersos por el término municipal.
Se trata de una ciudad de moda, que atrae a decenas de miles de turistas atraídos sus paisajes montañosos, los deportes de nieve y sobre todo ¡por las auroras boreales! Viajar a Tromsø es fácil hoy día, pero nunca hay que olvidar que se trata de un lugar remoto y con un clima extremo, que las carreteras son peligrosas y que ver auroras boreales requiere de ciertos conocimientos técnicos para maximizar tus oportunidades.
Veamos algunos de los lugares más visitados y recomendaciones de qué hacer en Tromsø.
El centro de Tromsø es un lugar dinámico y con una gran oferta cultural, podemos visitar la catedral luterana más norteña del mundo, numerosos museos como el de la perspectiva histórica, un cine reconvertido en cafetería, la plaza dedicada al cazador ártico donde en invierno organizan concursos de esculturas de hielo o la zona del antiguo fuerte medieval donde se guardaba el trigo. Pasear por Tromsø es un recorrido peculiar que mezcla piezas de arquitectura tradicional con casas de colores y edificios vanguardistas de arquitectura moderna.
Sí, se trata también de la biblioteca más al norte del planeta. Se construyó en el año 2005. Lo más característico de esta biblioteca son sus amplias cristaleras a través de las cuales se puede ver a la gente leyendo o estudiando. Es un lugar muy transitado y punto de encuentro entre la población más joven.
Antaño, Tromsø fue lugar de partida de numerosas expediciones al ártico, sus marineros eran famosos en el mundo entero por estar acostumbrados a soportar fuertes temporales de viento y frío.
Entre los años 1926 y 1928 Tromsø fue una ciudad muy famosa en los medios de comunicación pues desde ella partió la expedición que llevaron a cabo Amundsen y Nobile al Polo Norte.
En el puerto antiguo se encuentro el museo Polar, con información sobre esta época y también un paseo con utensilios usados por los antiguos balleneros, como ballestas, anclas o grandes ollas para extraer el aceite de ballena.
En la actualidad el viejo puerto se ha extendido hasta el Sur de la isla, dando lugar a unos grandes muelles deportivos donde atracan numerosas embarcaciones de distinto tamaño. Es una zona de tiendas, restaurantes y hoteles. Desde el año 2019 Tromsø cuenta con una terminal de cruceros con centro comercial.
En el puerto nuevo es frecuente encontrar atracados desde submarinos hasta buques de investigación que paran en la localidad antes de adentrarse en el inhóspito océano glaciar ártico.
Uno de los edificios más icónicos de la ciudad de Tromsø es la catedral del ártico. Construida en el año 1965 constituyó toda una declaración de intenciones de una nueva visión para la ciudad, moderna y abierta al turismo.
Está situada al otro lado del puente Este, ya en la parte continental de la ciudad. Su imagen desde el puerto de Tromsø es la más famosa de las postales del lugar.
Actualmente se utiliza también como sala de conciertos, ya que esta iglesia es famosa por su acústica. Desde el exterior de la misma hay unas vistas fabulosas de la ciudad con las agrestes montañas de la isla de Kvaløya como telón de fondo.
Cerca de la catedral del ártico parte el famoso teleférico de Tromsø que asciende hasta el monte Fløya a 420 metros de altura sobre el nivel del mar. Arriba hay una gran terraza con unas vistas impresionantes a la ciudad de Tromsø. Hay un bar y una cafetería que en verano monta una terraza fuera (imposible en invierno y otoño con el frío).
Desde arriba también se pueden realizar varios paseos o ascender algunos pequeños picos en las inmediaciones si te apetece hacer algo de senderismo.
Atención: en invierno es extremadamente peligroso salir de la zona principal, pues el terreno es muy, pero que muy resbaladizo. Se recomienda usar raquetas de nieve o crampones si se quiere recorrer esa zona en época de nieve.
Además de la ciudad de Tromsø, se pueden ver las montañas de Kvaløya o la península de Senja, al sur.
Y sí, se pueden ver las auroras boreales desde allí, aunque desde AstroÁndalus no lo ofrecemos ¿por qué? Porque si contratas el teleférico para ver las auroras una noche y resulta que está nublado ahí y despejado a 30 kilómetros… te perderás el show. No es una buena idea perder la flexibilidad de desplazarte de un sitio a otro durante la noche en busca de las auroras boreales.
Construida en el año 1861, esta catedral católica se encuentra en la plaza Erling Bandsunds, junto al Ayuntamiento de la localidad.